Una exposición en el Museo Gaiás recupera el legado de Asorey con un centenar de obras inéditas
La muestra ‘Francisco Asorey. Unha recuperación necesaria’ podrá visitarse en Santiago hasta abril de 2026 y reúne esculturas, dibujos, fotografías y documentos del escultor cambadés

El Museo Gaiás de la Cidade da Cultura acoge desde este martes la exposición ‘Francisco Asorey. Unha recuperación necesaria’, una ambiciosa muestra que permite redescubrir el legado del escultor cambadés (Cambados, 1889–Santiago, 1961) a través de un centenar de piezas entre esculturas, dibujos, fotografías, documentos y objetos personales. La exposición podrá visitarse en Santiago de Compostela hasta el 5 de abril de 2026.
La iniciativa, comisariada por Miguel Fernández Cid, se enmarca en la celebración del Día das Artes Galegas 2025, dedicado este año a Francisco Asorey, y busca ofrecer una mirada renovada sobre uno de los artistas más influyentes del siglo XX en Galicia. El recorrido está concebido como un paseo por la vida y la obra del escultor, en el que el público puede descubrir su evolución artística, su relación con la ciudad de Santiago y su búsqueda constante de equilibrio entre tradición, espiritualidad y modernidad.
El escultor que unió lo popular y lo universal
Según el comisario, Asorey fue “un escultor eminentemente religioso, en el sentido de que concebía cada obra como un reto y un acto de emoción”. Su mirada artística se inspiraba en el maestro Mateo y en la Catedral de Santiago, que consideraba sus grandes referentes.
La exposición reúne retratos institucionales en mármol y granito, esculturas en madera policromada y escayolas utilizadas como modelos previos, además de imágenes tomadas por Ksado en su taller y diversas herramientas del oficio. También se exhiben monografías y dibujos del artista, así como una selección de cerámicas populares inspiradas en sus obras, testimonio del impacto social que alcanzó su figura.
Entre las piezas más destacadas se encuentran ‘Naiciña’ (1921), ‘Ofrenda a San Ramón’ (1923) y ‘O tesouro’ (1924), obras que reivindican la identidad gallega a través de la figura femenina, integrando elementos metálicos en la madera policromada. Además, la muestra incluye fotografías de sus grandes monumentos públicos, que evidencian el reconocimiento que Asorey obtuvo en vida y su visión monumental de la escultura.

Un creador total
Durante la inauguración, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, destacó que la exposición “invita a mirar a Asorey con los ojos de hoy para entender su legado”. Subrayó que el escultor “fue mucho más que un artista brillante: fue un creador total, capaz de combinar la tradición popular, la imaginación religiosa y las vanguardias”.
Rueda celebró además la participación de instituciones como el Museo Reina Sofía y el Museo de Pontevedra, que colaboran en esta última gran exposición del año en Galicia. “En esta muestra caben todos los Asoreys: el religioso, el monumental, el galleguista y el universal”, añadió.
Por su parte, la alcaldesa de Santiago, Goretti Sanmartín, afirmó que Asorey “no solo creó en Compostela, sino que se mimetizó con la ciudad, respiró con ella y unió historia y contemporaneidad”. Defendió que su obra “simboliza la armonía entre tradición y modernidad” y animó a visitar la ciudad “con calma” para descubrir las esculturas que el artista dejó en distintos espacios públicos.
El valor de la documentación
Uno de los aspectos más singulares de la exposición es la biblioteca personal del escultor, que refleja su método de trabajo y su curiosidad intelectual. Aunque Asorey nunca viajó fuera de España, poseía una amplia colección de libros sobre arte clásico, teología y mitología, lo que le permitió incorporar influencias de la escultura europea, romana e incluso mesopotámica a su propia obra.
“La documentación era esencial para él. Leía, analizaba y reinterpretaba. Su biblioteca era su pasaporte”, explicó Fernández Cid, quien definió al artista como “un investigador que entendía la escultura como conocimiento y emoción”.
‘Francisco Asorey. Unha recuperación necesaria’ supone la mayor retrospectiva dedicada al escultor en las últimas décadas, y busca rescatar su figura como pionero del arte gallego contemporáneo.
El recorrido, distribuido en varias salas del Museo Gaiás, ofrece una experiencia íntima y monumental a la vez, en la que el visitante puede observar de cerca obras que habitualmente se encuentran en iglesias o monumentos al aire libre, y que rara vez se habían mostrado en conjunto.

La muestra estará abierta hasta el 5 de abril de 2026, con entrada libre, y se presenta como una cita imprescindible para comprender el arte gallego del siglo XX y el legado de uno de sus creadores más universales.

