Las trabajadoras del sector de cuidados toman las calles de Santiago para exigir mejoras laborales
La CIG denuncia la “inacción” de la Xunta y acusa a la conselleira Fabiola García de “machismo institucional” en la gestión del sistema de atención a la dependencia

Santiago de Compostela fue este miércoles una de las ciudades gallegas que acogió las movilizaciones convocadas por la CIG-Servizos dentro de una nueva jornada de huelga en el sector de los cuidados, que incluye a las trabajadoras de los Servizos de Axuda no Fogar (SAF) y de las residencias de mayores y centros de día privados.
Decenas de personas recorrieron las calles de la tierra del Apóstol al grito de “Fabiola, escoita, estamos en loita”, una consigna que —según el sindicato— resume el malestar del personal ante la falta de avances en la negociación de los convenios colectivos. La organización denuncia que los SAF llevan sin convenio desde 2012 y las residencias desde 2023, lo que ha perpetuado salarios bajos y condiciones precarias en un sector “esencial y feminizado”.
Reclaman un sistema público gallego de atención
Durante la protesta, la CIG volvió a exigir la creación de un "Sistema Público Galego de Servizos de Atención ás Persoas", que integre los centros asistenciales y residenciales de mayores, los centros de día, los servicios de ayuda en el hogar, las 'Casas Niño' y otros programas sociales. El sindicato reclama que estos recursos cuenten con financiación suficiente, personal estable y un convenio único que dignifique las condiciones laborales del personal, mayoritariamente mujeres.
La central sindical criticó también el proyecto de presupuestos autonómicos de 2026, asegurando que no incrementa los fondos “o necesario para dotar de condicións dignas o sector” y denunciando que la Xunta “detraeu 17 millóns de euros” de la partida destinada a los SAF.
“Machismo institucional” y criminalización de la protesta
La CIG acusó a la conselleira de Política Social, Fabiola García, de practicar “machismo institucional” por mantener a las trabajadoras “en condicións laborais indignas, con salarios baixos e contratos precarios”. El sindicato también rechazó las declaraciones de la conselleira, a la que acusa de “criminalizar la lucha” de las empleadas del sector.
“Reivindicar, protestar ou manifestarse non é acosar”, defendieron desde la central, que subraya que las movilizaciones se desarrollan de forma pacífica y dentro de la libertad sindical. “Non é aceptábel que unha máxima responsábel política pretenda presentarse como vítima confundindo crítica e defensa dos dereitos laborais con ataques persoais”, añadieron.
Nueva huelga el 4 de noviembre
Ante la falta de avances, la CIG anunció una nueva jornada de huelga el próximo 4 de noviembre, con el objetivo de mantener la presión sobre la Xunta y las patronales del sector. El sindicato asegura que las trabajadoras continuarán su movilización “ata que se escoiten as súas xustas reivindicacións e se poña fin á mercantilización dos coidados”.