Oleada de robos en los pisos de Santiago de Compostela | "Volvimos de vacaciones y nos encontramos todo patas arriba"

Hasta una decena de personas han denunciado robos en sus viviendas a lo largo de esta semana en Compostela. Si bien cada hurto sigue un procedimiento particular, todos ellos tienen en común que se han producido sin forzar cerraduras y mientras los inquilinos se encontraban de vacaciones, lo que los hace muy difíciles de detectar.
Estas dos circunstancias revelan, en primer lugar, que son actuaciones llevadas a cabo con preparación. Habitualmente, lo que hacen los autores del allanamiento es tocar al timbre en diferentes horarios durante varios días para asegurarse de que los residentes habituales no se encuentran en el inmueble.
Una vez que se cercioran de que puedan entrar en el hogar con la tranquilidad de que está vacío, abren la cerradura de la puerta —sin romperla, usando herramientas específicas— y registran las estancias en busca de objetos de valor; joyas y dispositivos tecnológicos, normalmente.
“Volvimos de vacaciones y nos encontramos todo patas arriba. No dejaron nada, se llevaron hasta la cámara de seguridad”, relata una de las víctimas, que sufrió un allanamiento en su vivienda de Fontiñas este pasado domingo.
Prevención
Algunos casos pudieron ser evitados en la fase de comprobación que realizan los asaltantes. Un vecino de la zona sur del Ensanche y otro del área de Restollal relatan que escucharon cómo alguien tocaba a todos los timbres del edificio, así que decidieron salir bajar y su sola presencia ahuyentó al presunto ladrón.
La Policía recomienda atender a comportamientos poco habituales en el entorno de las residencias, examinar zonas comunes en busca de marcas y, si es posible, pedir a algún vecino o familiar que visite el piso de vez en cuando mientras pasamos unos días fuera".
